El equipo de Don Torcuato exhibió su solidez habitual frente a un rival de muy buen juego, y sobrellevó situaciones adversas, como la desventaja del uno a dos, y un penal en su contra que pudo significar el empate en tres. Bien parado en el fondo, agrupado, sin dejarle espacios a un equipo con buena dotación de habilidosos, y haciendo uso de su potencia aérea, consiguió una victoria abultada que no se condice con el desarrollo del encuentro, pero sí con la madurez, la experiencia y la claridad de objetivos de Hindú. Sus goles fueron convertidos por la figura del partido, Jonathan Chmea, en tres oportunidades, por Tobias Cohen, y por Alfonso Espinal con un cabezazo de álbum.